08/08/2019 Fernando Ruiz-Beato 0
En los últimos años viene siendo habitual asociar las vacaciones de verano con la reflexión empresarial para relanzar proyectos y viejas ideas o aventurarse a emprender. De hecho, en el último cuatrimestre de 2018 (septiembre a diciembre) se crearon en España 28.396 nuevas empresas, según datos del INE.
Sin embargo, muchos de estos proyectos ideados en los meses estivales no terminarán de tener éxito porque se descuidan aspectos críticos que tienen que ver con el futuro de la empresa, generalmente asociados a gestiones burocráticas.
Estamos habituados a ver casos de clientes que, tras el verano, vienen con grandes ideas plasmadas en hojas de cálculo para lanzarse a la aventura de emprender sin haber tenido en consideración muchos otros factores que serán decisivos para la supervivencia de la nueva compañía. Y es que en el último cuatrimestre también se también se disolvieron 7.387 empresas en España (fuente: INE), especialmente en noviembre y diciembre.
Para lanzarse, apuntamos cuestiones clave para emprender tras el verano:
1. Elegir bien a los patners: emprender es duro y exige comprensión y sintonía con los que te van a acompañar en el viaje: socios, empleados, proveedores… Pero una cosa es tener buen rollo y otra hacer negocios. Si emprendes un proyecto con amigos es importante firmar un pacto de socios y establecer las reglas de funcionamiento, separando muy bien el papel de accionista o socio y el de trabajador. El pacto de socios ayuda a prevenir situaciones complejas y posibilitar soluciones antes de que haya que buscarlas bajo una situación de enfrentamiento.
2. Hacer prospección: es habitual encontrar planes de negocio muy bien elaborados a partir de algo de información que se ha buscado por internet, pero que no son nada realistas. Es indispensable conocer bien el mercado, la competencia, los precios, incluso hacer algún muestreo de producto para saber cómo podrían acogerlo los consumidores.
3. Cuidar tu marca: es uno de los valores más importantes de tu negocio por lo que es importante trabajarla tanto en el aspecto físico como en el digital. Esto significa registrar la marca, los dominios asociados a ella, diseñar una estrategia de comunicación y marketing… El 2018 acabó con casi 350 millones de dominios registrados, según VeriSign; si quieres que tu empresa tenga proyección internacional debes planificar los canales de venta apropiados, los posibles conflictos legales y culturales de tu marca en otros países…
4. Asegurar la financiación: la proporción de las pymes españolas que solicitaron préstamos bancarios creció 1 punto porcentual, hasta el 29% según el último informe trimestral (junio) de la economía española elaborado por el Banco de España. Arrancar un negocio significa invertir y por ello habrá que negociar los acuerdos de crédito necesario para garantizar el arranque del proyecto y disponer del flujo de caja para afrontar los diferentes gastos. Y tener en cuenta que las previsiones no siempre se cumplen: de hecho, según el citado informe, encontrar clientes es la principal preocupación para el 27% de las pymes españolas.
5. Externalizar servicios: es muy difícil intentar ser bueno en todo y, normalmente, querer abarcar todo acaba ralentizando la operativa de la empresa. Con la externalización de servicios, además de la asesoría profesional y de contar con alguien que puede aportar valor, se pueden reducir algunos costes fijos. Al igual que con los socios y empleados, es importante escoger bien a los proveedores, no apostar siempre por el low cost y analizar bien dónde es interesante invertir para ver qué es lo que más valor revierte en la empresa.
6. Establecer roles: uno de los momentos más difíciles a la hora de emprender es saber dar un paso atrás, reconocer en lo que uno es bueno o malo y dejar a los demás que hagan aquello en lo que son mejores que uno mismo. Esto significa actuar como un líder, un director de orquesta que organiza a todos los componentes de la banda y hace que la melodía suene en armonía.
7. Desconfiar de los chollos: puede que quien haya estado ideando nuevos proyectos en el verano sea un amigo o conocido que te proponga formar parte del nuevo negocio mediante una pequeña participación. En este caso, la recomendación es desconfiar de las grandes oportunidades, analizar bien la propuesta y no dudar en firmar los documentos necesarios para regular los roles y condiciones en las que te unas al proyecto y la capacidad de decisión que tendrás.
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