La complicada supervivencia de bares y restaurantes durante la pandemia con el cierre obligatorio de actividades no esenciales durante el confinamiento decretado el pasado 14 de marzo de 2020 y los sucesivos cierres puntuales en determinadas comunidades autónomas durante las siguientes oleadas, así como la disparidad de normas en cuanto a horarios de apertura, cierre y atención a clientes, podrían tener un pequeño halo de esperanza.