Estamos acostumbrados a leer en redes sociales ejemplos de personas que fueron a una entrevista de trabajo y denuncian las denigrantes condiciones económicas que les ofrecen. Sin embargo, no siempre el candidato puede desestimar un
empleo y, en ocasiones, las empresas abusan de esa situación y aprovechan los resortes legales para contratar talento bajo el disfraz de
contratos de aprendizaje o el caso reciente de personal sanitario que denunció
llevar 20 años con
contratos temporales.