Las dificultades de conciliación familiar son una constante en el ámbito empresarial, donde durante mucho tiempo las métricas de “calentar silla” han prevalecido por encima de las métricas de rendimiento y objetivos conseguidos.
El auge de las nuevas tecnologías que han permitido la movilización del trabajador demostrando que es posible seguir rindiendo igual o mejor más allá de la presencia en el puesto de trabajo junto a las “exigencias” de una nueva generación de empleados que, más allá del salario, busca otros beneficios intangibles (buen ambiente de trabajo, compañerismo…) y de retribución flexible, está cambiando las relaciones empresariales para fomentar esa conciliación.