El absentismo laboral ha vuelto a estar en el ojo del huracán no por sus crecientes cifras, sino por las discrepancias surgidas en el Tribunal Constitucional al revisar una sentencia que ha finalizado con tres votos particulares de los magistrados y que ponen en evidencia la reticencia de algunos magistrados a permitir que las empresas puedan despedir si un trabajador falta al trabajo por enfermedad.