Desafortunadamente no será la primera vez ni la última. Como ya hemos ido viendo en los urgentes y politizados Reales Decretos de los últimos meses, el Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, de trabajo a distancia no llega a adentrarse en la regulación de las numerosas dudas asociadas con el teletrabajo y que quedan al acuerdo y negociación entre las partes y los agentes sociales.
El presidente estadounidense Woodrow Wilson decía que “todas las cosas le llegan al que espera, siempre que sepa lo que está esperando”. El problema es que muchos autónomos y pymes habían puesto meridianas esperanzas en el ruido que se estaba haciendo desde el Gobierno en torno a la regulación del trabajo y, como nos tiene acostumbrados, nos ha dejado con muchas dudas legales.