La tecnología está cambiando los hábitos y la forma en la que trabajamos. Para bien o para mal herramientas como el email, el móvil, las tablets… son facilitadores de nuestro trabajo. No obstante, el empresario debe dejar muy clara
cuál es la directriz de la compañía en torno al uso particular o privado de los recursos de la empresa. En especial en lo que se refiere a los límites del empresario para supervisar su correcta utilización por los trabajadores en la ejecución de la prestación laboral, de manera que no se vulneren los derechos de los empleados.