La gestión de las vacaciones suele ser uno de los temas habituales de tensión en la empresa a la hora de programar turnos para mantener la actividad de la compañía. Pero también tiene consecuencias fiscales, como, por ejemplo, saber si se puede compensar en la liquidación final por extinción del contrato las vacaciones disfrutadas de más por haberlas cogido con antelación.

Las vacaciones suelen ser un tema recurrente de dudas y picardía para hacer las cábalas y combinaciones para disfrutar al máximo de los días merecidos de descanso. De hecho, en el blog hemos analizado cuestiones como si un empleado puede negarse a ir a trabajar durante su vacaciones, si un empleado puede irse de vacaciones estando de baja o incluso el caso de una persona que legó sus vacaciones a sus herederos.

La llegada de las fiestas y con la llegada del calendario laboral del año 2019, nos suelen llegar al despacho numerosas dudas sobre la forma de regular y negociar los días de trabajo en festivos.

En el blog también comentamos de forma habitual varios temas relacionadas con las bajas, subvenciones y vacaciones. Ya advertimos en este post sobre los peligros de disfrutar demasiado del permiso de paternidad (ahora que algún político ha anunciado que va a disfrutarlo) o de las dudas sobre la posibilidad de que un empleado se coja unas vacaciones cuando está de baja. 

Dos recientes sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) han vuelto a poner el foco de atención en uno de los temas habituales de discusión y conflicto entre empresas y empleados: las vacaciones.

De hecho, hace unos días comentábamos en este post del blog en el que precisamente el TJUE dictaba una sentencia en la que decía que la excedencia por cuidado de hijos -adicional al de los permisos por baja por maternidad o paternidad- no cuenta como periodo de "trabajo efectivo" para el cálculo de los días de vacaciones anuales retribuidas.

Con la vista puesta en las vacaciones nos hacemos eco de una sentencia de febrero de la Sala Social del Tribunal Supremo sobre la inclusión o no en la paga de las vacaciones de los complementos extraordinarios (nocturnidad, disponibilidad de días de guardia, flexibilidad…) que son habituales en las nóminas de los trabajadores de una empresa.

En el caso analizado, el Tribunal Supremo aborda dos cuestiones interesantes. Por una parte, sobre la calificación de determinados conceptos como retribución ordinaria o extraordinaria para ver si procede o no su cómputo en la retribución de vacaciones. 

El final de la liga de fútbol, el final de los coles, el calor y la apertura de piscinas, las inagotables ofertas de últimas horas con ofertas de paradisiacos destinos… todo apunta a que la cuenta atrás para las vacaciones de verano en las empresas ya ha empezado.

A diferencia de lo que ocurre en empresas de otros países, en España el mes de agosto sigue siendo sinónimo de cerrado de vacaciones. Si bien es cierto que la proliferación de toda suerte de dispositivos inteligentes ha hecho que en los últimos años los empresarios y trabajadores sigan conectándose de forma remota desde la playa o montaña y, este año, gracias al fin del roaming también podrán hacerlo desde cualquier otro país de la Unión Europea.